jueves, 17 de agosto de 2017

La necesidad de desarrollar una buena estrategia de benchmarking

¿Qué es el benchmarking? Esa sería la primera pregunta que deberíamos plantearnos antes de exponer una estrategia de benchmarking. Debemos decir que el benchmarking es el proceso a través del cual se hace una recopilación de información para comparar productos o servicios e incluso procesos de otras organizaciones y empresas para poder desarrollar mejores prácticas en la aplicación de las estrategias similares a la competencia.

Una vez conocemos qué es el benchmarking, entendemos que sea necesario desarrollar una buena estrategia de benchmarking, porque en este sentido, conseguiremos que nuestra empresa y nuestro producto sean más competitivos en el mercado en el que se encuentran insertos. El benchmarking es una estrategia que se perfecciona día a día dentro de las grandes corporaciones.
De esta manera, los objetivos del benchmarking se centran principalmente en dos aspectos cruciales para la competitividad de la empresa:
  •           El nivel de calidad del producto o servicio que se ofrece. El benchmarking se centran en el valor que se crea sobre el producto, teniendo en cuenta variantes como su precio o los costes que se han derivado de su fabricación y de su venta.
  •          El nivel de productividad. Se procura en todo momento mantener una eficiencia determinada en los procesos  y conseguir un equilibrio y unas ganancias entre lo que se produce, con lo que se consume.


El benchmarking se adapta a cada tipo de empresa y a sus necesidades. De esta manera, encontramos un tipo de benchmarking que es interno, para por ejemplo las grandes empresas; un tipo de benchmarking que es competitivo, sobre todo para analizar los aspectos clave de los competidores más directos; y un benchmarking de tipo funcional, en este sentido se comparan los procesos pero no tiene por qué ser de empresas que sean competidoras, sino que pueden ser empresas que se ubiquen en otro sector económico.