¿Black Friday? Muchos tendrán en mente una fiebre consumista
que nos sorprendía el pasado viernes.
Sin embargo, si se analiza desde una
perspectiva empresarial, se olvidan los empujones, las largas colas o los
centros comerciales abarrotados y simplemente aparece la idea de negocio.
Porque
el Black Friday en 2017 ha ido un
paso más allá y ha superado muchas de las predicciones.
En cierto modo, si analizamos cómo se han planteado las
estrategias de venta en el Black Friday, vemos que lejos de ser un solo día de
ofertas, se ha transformado en un período de varios días. Hay quienes preferían
adelantarse al Black Friday con ofertas que llamasen la atención de los
consumidores, pero también se ha propuesto que el Black Friday lejos de ser un evento de un solo día
se extendiese a todo el fin de semana uniéndose con el Ciber Monday.
En este sentido hay quienes predicen que en un determinado
momento el Black Friday tendrá tal influencia que se podrá convertir en un
fenómeno de prácticamente un mes, siendo el Black November previo a
las navidades un período ideal para hacer todas nuestras compras navideñas.
Ahora bien, las tendencias apuntan a que el Black Friday
terminará convirtiéndose en una cuestión prácticamente de compras online. Son
muchos los establecimientos físicos que se han sumado a las ofertas de este Viernes Negro, pero el hecho de que haya muchos centros comerciales
abarrotados o que los medios de compra tiendan a ser cada vez más online, harán
que se convierta quizás en un evento digital.
Y aunque el Black Friday nació como idea en Estados Unidos,
en Europa no hemos tenido ningún problema a la hora de adoptarla, siendo muy
importante el volumen de compras realizadas en este período de tiempo. El
equivalente chino lo encontraríamos en el Singles
Day.