
En el mercado de segunda mano, el comprador puede adquirir el producto directamente al propietario, o bien realizar la compra a través de un intermediario. A causa de las características de este mercado, en el que muchas veces el vendedor no se dedica a la venta como actividad principal y, por tanto, es desconocido para el comprador.
No todos los productos pueden comercializarse en el mercado de segunda mano.
Normalmente, los productos que configuran este mercado son bienes duraderos, como automóviles, motocicletas, equipos informáticos, maquinaria pesada, etc. Suelen ser productos que no se compran por impulso, sino después de un proceso de decisión de compra racional.
Otra categoría de productos que se encuentra en el mercado de segunda mano son los destinados al coleccionismo, como grabados, libros, sellos, monedas, discos etc.
Según los productos comercializados sean nuevos o usados, el mercado se divide en mercado de primera mano y de segunda mano.