jueves, 18 de enero de 2018

Negociar con compañeros y con los jefes

Dentro de nuestro ámbito de trabajo, en nuestro día a día en la oficina, además de ser proactivos, ser cordiales y por supuesto ser diligentes, necesitamos ser buenos negociadores.
La cualidad de saber negociar es algo muy valorado tanto en procesos de selección en los que se intenta encontrar a los mejores candidatos como a la hora de ascender, porque un buen negociador es además un buen comunicador.

Negociadores en el trabajo

Las dotes negociadoras se aprecian y son de bastante utilidad cuando hay que negociar con los compañeros para realizar determinados proyectos, pero también para negociar con los jefes cuando se trata de mejorar nuestra situación en la empresa tanto en lo que se refiere a nuestro puesto como a nuestras propias condiciones en el trabajo.
  • Argumentación lógica. En este caso no nos vale cualquier tipo de argumentación, necesitamos que el negociador argumente de manera lógica y que la otra persona pueda seguir su hilo argumental sin ningún tipo de problema. De esta manera, la construcción del argumento y las razones por las que queremos conducir la negociación son un punto clave.
  • Escucha activa. Un buen negociador empatiza con la persona que le está hablando, se pone en su situación y la otra persona siente realmente que el negociador le está escuchando y reacciona a cada una de sus palabras. Por lo que para ser negociador no hay solo que saber hablar bien, sino también saber escuchar y que nosotros mismos como seres humanos entendamos que la otra persona se está preocupando por nuestra situación.
  • Las formas y la postura cuentan mucho. A la hora de negociar debemos controlar nuestras formas y por supuesto la postura, porque el lenguaje no verbal también tendrá gran peso a la hora de negociar, una actitud abierta nos abrirá muchas más puertas.