Proyectos web
amigables ¿te suena?. El concepto es como un cajón de sastre en
el que caben todas aquellos elementos, rutinas, fórmulas y
tendencias que hacen más natural la interacción en la Red. Si
quieres consejos sobre cómo hacer proyectos web amigables,
aquí van tres:
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Etiquetado de imágenes. El etiquetado de las imágenes de un
proyecto web es todo un arte. El arte de saber simplificar, de ir a
lo básico, a lo esencial, de saber ponerse en el lugar del usuario o
del cliente potencial y de saber direccionar a donde nos conviene.
Para
etiquetar bien las fotos, vídeos o casi cualquier tipo de contenido
no bastará con establecer un enlace que indique una procedencia o un
destino, todo puede mejorar si, por ejemplo, hacemos una sencilla
llamada a la acción. Así, será peor un 'de Juan Pérez' que un 'si
quieres ver más de Juan Pérez pica aquí'. Ya ves que es fácil.
Ruido
cero
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Reduce el ruido de la página. Gran parte del esfuerzo de mejora de
los diseños actuales de páginas web se encaminan a aminorar el
impacto de colores, grafismos, vídeos, flashes, recursos con
movimiento. A Google éso tampoco le gusta mucho que digamos. Si
simplificas el diseño y el armado de recursos en tu página web,
mejorarás resultados en lo que se refiere a los usuarios físicos,
pero también a lo que te pide Google para hacer las cosas bien en
materia de SEO.
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Pestaña de social media. Si te olvidas de dar a tus usuarios una
opción para compartir contenidos que les han gustado, estarás
perdiendo opciones para mejorar la visibilidad de tu proyecto web.
¿Te lo puedes permitir?. ¡Ah! y que los botones de las redes
sociales estén bien visibles para que sea sencillo utilizarlos. Y
hasta natural el hecho de compartir.
No
hay nada más natural que ser natural y éso vale también para los
proyectos web amigables que quieren ser de verdad cercanos.