El marketing se desarrolla a pasos agigantados y en gran
parte esto se debe al hecho de que cada vez aparezcan más canales de difusión de los mensajes publicitarios.
Hasta hace unos años los anuncios aparecían en los denominados medios
convencionales, que ya eran muchos de por sí (televisión, radio, periódicos,
cartelería), pero a día de hoy todos estos medios se han multiplicado al
aparecer internet y la posibilidad de que las marcas estén presentes también en
la red.
Pues bien, aquí aparece el marketing integrado el
cual pone de manifiesto la necesidad real que tienen las marcas de crear un enfoque uniforme y continuo,
independientemente del canal de difusión que se esté utilizando. De esta
manera, la marca tendrá la suficiente solidez como para presentarte en
diferentes entornos.
Ahora bien, aunque la idea del marketing integrado pueda
parecer sencilla, en realidad se considera una cuestión realmente compleja, porque
los contextos donde una marca se presenta son muy variados y no es lo mismo preparar una campaña para una
promoción offline que para otra online. Se debe de contar con expertos
en ambos ámbitos para que sean lo suficientemente capaces de desarrollar la
misma idea pero en diferentes contextos.
De esta manera, entendemos perfectamente la necesidad de integrar todos los canales de
comunicación y encauzarlos dentro de una misma idea, porque de esta manera,
estaremos consiguiendo no confundir al consumidor y plantearle realmente la
idea que le queremos transmitir. Estamos ofreciendo coherencia y consistencia,
es decir, confianza en la solidez de nuestra marca.
En este sentido tenemos que tener muy en cuenta el mercado
donde vamos a lanzar la campaña, el tipo de consumidor y los valores que se
quieren transmitir, además, los canales de comunicación tradicionales siguen
estando presentes al igual que las opciones de la red.