Todavía hay muchísima gente que no es consciente de la exposición que implica Internet. Hacen distinciones entre el mundo Online y Offline, pero cada día la diferencia entre estos mundos se va acortando. El papel de un usuario ante las redes sociales debe ser el mismo que tendría en su vida cotidiana con las personas que se relaciona, pero siendo consciente de que puede estar exponiéndose ante mucha más gente. Cada red social tiene unos códigos distintos y un tipo de privacidad, pero el usuario debe tener muy presente que muchas de las cosas que publique, pueden quedar mucho tiempo indexadas en Internet. Los peligros de que estos contenidos queden publicados son muchos. En los últimos años hemos podido ver numerosos casos de como se han perdido trabajos y se han roto relaciones. También hay numerosos casos mucho más peligrosos y delicados, como es el tema del acoso y chantaje por Internet. Nosotros marcamos y decidimos nuestra privacidad.
El límite lo debe decidir cada usuario aunque sería conveniente que se informase más acerca de las consecuencias que puede suponer. El rastro digital ya es un problema a día de hoy. Se puede comprobar cada día como mucha gente que aspira a determinados puestos de trabajo, no cuida su identidad digital, haciendo distinciones entre su vida dentro y fuera de Internet. La tendencia es que los profesionales de los recursos humanos encargados de seleccionar al personal, busquen cada vez más información sobre los candidatos en Internet. Nuestra misión sería que nuestra "marca personal" fuese lo más acorde con el puesto al que optamos. El problema es que muchísima gente descuida estos aspectos, y utiliza los social media sin ningún tipo de privacidad, exponiendo completamente sus ideales, fotografías, momentos íntimos, opiniones políticas, etc. Si estos elementos son de dominio público, podemos encontrarnos con problemas.