domingo, 12 de febrero de 2017

El timing de los blogs, ¿cuál es el adecuado?

Sin duda, uno de los aspectos que más suele preocupar a los redactores de blogs, ya sean los denominados blogueros, o bien los encargados de marketing de llevar el blog de la empresa, es cada cuánto tiempo tengo que publicar una nueva entrada. ¿Importa la hora a la que lo hago? ¿Y el día de la semana?

Todo depende de tu objetivo

Esa debe ser la máxima de todo redactor de blogs. Dependiendo de lo que esperes conseguir con tus publicaciones debes escribir con una temporalidad determinada u otra.
Eso sí, es importante tener siempre presente que, a menor número de entradas en tu blog, mayor calidad deben de tener estas.

Si escribes una vez al mes, o cada 15 días, tus entradas deben ser de tal interés, que tus lectores esperen expectantes a tu nuevo artículo. Esto lo consiguen, sobre todo, aquellos blogueros más especializados, por ejemplo, aquel que escribe exclusivamente acerca de cómo sacar partido a tu iPhone. No todos los días surgen novedades, por lo que no tendría sentido escribir a diario, pero lo que aportes pasado un mes debe tener tal interés que nadie se olvide de tu blog en ese tiempo.
Otros que consiguen ese efecto son los verdaderamente buenos redactores, aquellos cuya narrativa engancha a todo buen lector, y que dejan huella en quien se detiene ante sus palabras

Los blogs que están empezando

Pero sin duda, si tu caso es de blog de nueva apertura, o lo que buscas es estar siempre en primer lugar de los buscadores de internet debes actualizar tu blog el mayor número de veces posible.

Es el caso de las blogueras de moda, que intentan actualizar a diario con un look nuevo, para intentar impactar y crear tendencia todos los días y que sus seguidores no las olviden, o bien esas empresas que buscan recibir un mayor feedback a través de comentarios, visitas a sus RRSS y web, además de crear engagement.
Pero lo más importante, por encima del número de publicaciones, es que tu contenido sea diferente al resto, que aporte algo a los lectores, y sobre todo, tener claro a quien escribes, para que siempre se sientan identificados con tu contenido.