jueves, 23 de julio de 2015

4 claves para la implantación de business intelligence en una empresa

Las rutinas de las empresas son una incomodidad para los trabajadores que han de repetirlas una y otra vez entre tedios y disgustos. Pero para la business intelligence, los de los softwares que trabajan para dar respuestas administrativas y de comunicación para las empresas, representan variables fundamentales para su ejecuciones eficientes.


Pero, ojo, la business intelligence ha de implantarse en las empresas con criterios de oportunidad. De esos criterios de oportunidad de la business intelligence vamos a hablar. Pueden resultar una diferencia entre dar respuestas a las necesidades empresariales o significar un gasto inútil. Las vemos una a una. Hablemos primero de los objetivos:

- Fijar objetivos. Hay que descubrir todas las opciones y colocarlas de acuerdo con los objetivos de las empresas. Una forma de conseguir cuadrar esos objetivos con las opciones de gasto de las empresas es determinar el punto en el que la adaptabilidad del sistema está sobre el precio que puede pagar la firma. O, mejor aún, considerar qué tiempo es necesario para ofrecer todas las prestaciones y lo que se tarda en reunirlas bajo una misma funcionalidad general.

- Variables que se pueden negociar. Antes de buscar aplicaciones que aporten solución a las necesidades estratégicas de la empresa, es importante que se pueda establecer un criterio sobre cuales son las necesidades básicas y cuales las secundarias. Así se conseguirá tener claro qué tareas han de recogerse en el software que se encargue y cuales no.

- Todas las herramientas. Es importante también que el software de la business intelligence cuente con con las soluciones integradas y completas. Caer en el error de colocar aplicaciones en las aplicaciones sólo puede llevar a crear las condiciones para exponerse a fallos de software por colisiones entre flujos de rutinas de programación.

- Datos sin archivos añadidos. La implantación de un software de business intelligence nuevo ha de realizarse sobre la base de la incorporación de datos que no tengan cargados archivos antiguos. Así conseguiremos que la integración se produzca correctamente y que, lo mismo, no haya conflictos. Reparar las fallas de software después de un desaguisado ocurrido por problemas de integración puede resultar casi tan costoso como la implantación de la versión original del programa.